Tuve la idea, pude verla, de que tal vez no sobreviviría. No como otras veces que tengo la intención pero nunca resulta bien, esta vez fue diferente..
Sé que suena un poco dramático, pero ayer nada me importaba mas que dejarlo todo.
Quería dejar los gritos y golpes de mi madre, las acusaciones y amenazas de mi padre, las maldades y estupideces de mi hermana y todo, todo! Quería poder abrazar a la única persona que extraño en la vida, poder llorar sin pensar en las apariencias, evitar a la gente porque eso es lo que siento, ser yo misma, y no una imitación barata y repetida de una persona feliz y normal que estudia, sale y no tiene ninguna adicción ni angustias en la vida..
Estaba tan histérica que ni me importó que me escucharan. Después de la discusión con mi vieja, agarré dos botellas de Cinzano y Fernet y me encerré en mi habitación. Empecé a llorar y, mientras, tragaba las pastillas violetas, naranjas, coloridas y blancas con tragos largos. No sé si lo soñé o estaba ya muy dada vuelta, pero hablé con mi abuelo.. Siempre que estoy triste por algo, me acuerdo de él, y ahi no puedo parar de llorar, pero esto fue lo mas hermoso que podría haber deseado nunca; el casi haberlo sentido cerca.. y no dudaría en volverlo a hacer con tal de verlo de nuevo. Me acuerdo de todo de el, que estaba contento, que nos abrazamos y hablamos de muchas cosas.. Pero al rato me desperté, tirada en el suelo, con un dolor horrible que me subía desde el estomago hasta el cerebro y bajaba hasta los pulmones.. Me costaba mucho respirar y no podía moverme de lo fuerte que era. Empecé a vomitar ácido marrón que me quemaba la garganta y la boca. Me dolía todo, sentía que esta vez, no iba a salir muy bien.. Hasta empecé a rezar! Tenía mucho miedo, pero empecé a pensar en lo que me pasaría si esperaba lo peor, y no me molestó mucho. Y entonces, ya no me dolía tanto, me tranquilicé y empecé a acostumbrarme; y me sentía dichosa con eso.
Me cuesta creer que en realidad pasara algo como eso.. seguramente estaba delirando, pero quiero creer que sí pasó.
Después, bueno, me desperté con un dolor espantoso de cabeza y toda congelada con fiebre y la voz tomada..
No fue nada en realidad. Pero de la tragedia, salí feliz y animada a seguir. Ahora mi corazón es más fuerte que antes.
Pali, quiero agradecerte por estar siempre que te necesito. Sos una ángel!Espero alguna vez devolverte el favor (: te quiero mucho.